¿Es lo último? ¿Es lo más? Sí, si atendemos a la cuidada campaña de Apple. Tecnófilos y amantes del primer mordisco a la manzana se han apresurado a adquirirlo, algunos incluso se lo han traído del país de origen, desde 500 dólares. ¿Pagan lo que vale o están financiando las mejoras que han de llegar necesariamente pronto?
El modelo básico no lleva 3G, ¿se puede concebir esto hoy día en un terminal móvil? Desde el principio se supo. Todos lo asumimos. Pero, espera, ¡tampoco conexión usb! ¿Empiezas a sentir claustrofobia? Tan fácil como encontrar defensores a ultranza es hoy encontrar terribles detractores del iPad. Podemos pensar que es la esperada respuesta a cualquier éxito.
Pero hablamos de aspectos tan básicos que, realmente, pasado el destello de su blanca marca, parecen resultado de la premura: ¡no lleva cámara! Olvídate de la realidad aumentada y de Skype y de esos impactantes mensajes de “mira donde estoy”. Claro, para esos casos sacamos el iPhone. Y ése es justamente otro punto de ataque: si tienes un iPhone y un Mac, ¿para qué quieres un iPad?
Duda que refuerza el hecho de que lleva el mismo sistema operativo que iPhone, lo que también le priva de la multitarea. Y para rematar: la batería está integrada, ¿mola, no? Le hace un bonito acabado pero significa que si se estropea la batería hay que enviar el dispositivo a fábrica; cuesta, en dólares, uno de los grandes, aunque a algunos les costará más compartir toda su información.
No dará tiempo a que se estropeen las baterías, porque este iPad está pensado para cambiarlo pronto por otra versión. Esto demuestra una virtud de la marca: la gran fidelización de algunos de sus usuarios que, seguramente conscientes, se prestan a sufragar el ensayo.
¿Qué diferencia hay con la cautividad a Gates? Sin duda, el cariño. Para alimentarlo, una magnífica idea de mi amigo Javier: la compañía que me ofrezca cambiar mis libros en papel por una copia digital ganará mi corazoncito …y el de muchos si, además, lo adornan ¡donando los libros en papel a bibliotecas públicas!
Ignacio RR 7 Junio, 2010
La diferencia fundamentdal respecto a Microsft es que Apple funciona mucho mejor.
La otra cuestión relevante es que todos los críticos con el iPad no tienen uno.
De verdad, probar los juguetes de Apple! Desde que uno los prueba entiende que ha estado perdiendo el tiempo… Y el tiempo es dinero.